04 enero 2009



Hay dos personas durmiendo en mi cama.
Sufren de principio de enamoramiento...
(pobres)

Y ahí están, durmiendo abrazados contagiándome de ternuras que me gritan para que yo sea su testigo.
Dicen que me necesitan de testigo.
Es que a veces es tan irreal la realidad que se necesita de alguien que contemple los actos ajenos.
Se necesita de alguien para que una noche fría, llena de desconsuelo alguien diga: " te acordás cuando... ? "
Y recordamos.
Y reímos.
O lloramos.

Por alguna razón mi cuerpo se llenó de una alergia que me lastima cuando me interno en mi soledad.
Y molesta.
Yo creo que sigo gritando.
Pero tan llena de silencios estoy que todo eso que guardo dentro explota.
Y me hace evidente.
Mi palidez lo simboliza.
Mi poco apetito también.
Es mi realidad... pero yo no tengo un testigo.


Se trata de buscar un futuro.
Todos los días,
sin saberlo,
sin quererlo peleamos por un futuro.
Y pegamos piñas imaginarias muchas veces cuando tenemos que " sacar numero ",
y esperar.
Nuevamente esperar.


Yo creo que a veces lo que mata es el cansancio.
Y el asco.
Y se dice la santa palabra.
Nos atragantamos una vez más.





Basta.





(el despertador suena, alguien tiene que escapar)

2 paranoicos:

MIRONA dijo...

"Yo creo que sigo gritando.
Pero tan llena de silencios estoy que todo eso que guardo dentro explota.
Y me hace evidente."

Quizá si tuvieras un testigo tus silencios (elevadamente escandalosos) serían interpretados... A veces el silencio grita en los oídos y no escuchas los pasos de quien viene a rescatarte.

Saludos!

Soldado Malvado dijo...

hoy solo te dejo mi ayer